Decían, todos decían y yo no me paré a escuchar. ¿para qué? déjales que siguan hablando, entre ellos se comerán las palabras, las unas a las otras, las otras a las unas... Decían, todos decían y ninguno se paraba a escuchar... Ahora no me vengas con esas, ya te dije mientras te miraba... a falta de luz... buenas son sombras...
viernes, abril 28, 2006
Errores
Resopló. Miró a su derecha; luego a su izquierda y se encontró en un lugar desconocido para él. Apenas podía ver y todo estaba a oscuras. Se encontraba tumbado, inmóvil y notaba una tirantez extraña en la cara. Justo encima de él había una especie de puerta, o era más bien una trampilla. La fue abriendo poco a poco y un conjunto de chillidos recorrió al unísono su cabeza. Cuando se calmaron se levantó, cogió el cáliz y las hostias y comenzó a devorarlas. Llevaba dos días sin comer...
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